¡Proclamar La Palabra!
Manual para Lectores
“Entrenamiento para
Coordinadores del Ministerio”
Oficina para el Culto Divino
ARCHDIOCESE OF ATLANTA
Archdiocese of Atlanta
Oficina para el Culto Divino
Manual
de Metodología para el Ministerio del Lectorado
“El proclamador de la Palabra no solo tiene un
oficio en la Iglesia; no es digamos un simple predicador
o lector y nada más, como quizás muchos lo ven
o lo entienden.
El Proclamar la Palabra de Dios es una
Dignidad, es una Misión Divina, y esa dignidad no la puede
ejercer cualquier persona que simplemente lea
bien, si antes no ha penetrado en el contenido de esa
Palabra, si no vive el mensaje de esa Palabra”.
I. METODOLOGIA
La
comunicación es un arte a través del cual podemos llevar mensajes a los demás.
Pero para
que
ese mensaje que queremos transmitir llegue, a los que nos oyen en una forma
clara y
precisa,
es necesario que usemos los términos correctos.
A
veces, no le damos gran importancia a las palabras que vamos a usar, porque en
el común
hablar
nos entendemos. Sin embargo, así no debe ser, porque los vocablos tienen
significados
diferentes.
Los cristianos católicos muchas veces confundimos la expresión "Decir la
Misa"
con
"Celebrar la Misa", y usamos tanto una como la otra para significar
lo mismo.
En
realidad "Decir la Misa" no es lo mismo que "Celebrar la
Misa", porque "Decir La Misa
significa
tomar un libro y leer lo que dice, pero "Celebrar la Misa" es algo
más. Celebrar la
Misa
significa fiesta, alegría, participación, Celebrar el Sacrificio de Acción de
Gracia al Señor.
Por
eso, no es adecuado preguntar "¿Quien va a decir la Misa?"; lo
correcto será decir "¿Quien
va
a Celebrar La Santa Misa?".
· Introducción:
El
propósito del entrenamiento para los Coordinadores del Ministerio del
Lectorado, es
proporcionarle
a las Parroquias la posibilidad de tener Ministros del Lectorado con mejores
habilidades
para ejercer su ministerio. Este propósito tiene tres objetivos:
a. Animar a una mejor vivencia de
nuestra vida cristiana y un mayor compromiso y
responsabilidad
ante el Ministerio al que Dios nos ha llamado a servirle.
b. Impartir los criterios generales
del Ministerio del Lectorado y brindar a los
Ministros
los materiales para mejorar las habilidades personales.
c. Que ellos puedan capacitar para
ir después y dar este entrenamiento a los demás
Ministros
del Lectorado en su Parroquia.
· Significado
¿Qué
significa la palabra Ministerio? en latín, Ministerio significa Servicio. De
ahí el énfasis
de
que un ministro que ejerce un ministerio es un servidor de la comunidad.
Cristo
resume su vida no en ser servido, sino en servir, y esto nos pone de frente a
la
importancia
que tiene el hecho de servir en cualquier ministerio. El ministerio, el
servicio a
los
demás, nos asemeja a Cristo.
Cuando
hablamos de proclamar la Palabra de Dios, estamos hablando del servicio de
comunicar
lo que Dios quiere decir a su pueblo, de lo que el Señor, creador y Padre de
todos,
quiere
poner en la mente y el corazón de los que lo escuchan, siempre con la finalidad
de que
esa
Palabra produzca frutos de vida eterna.
· Historia
Ver
el manual para entrenadores parroquiales del ministerio del lectorado.
· Bienvenida
a.
Presentación de los facilitadores del taller
b. Tenemos una pequeña introducción
al programa donde se explique el ¿Por que? la
finalidad
y los tres objetivos del propósito general.
o Animar a una mejor vivencia de
nuestra vida cristiana y un mayor
compromiso
y responsabilidad ante el Ministerio al que Dios nos ha
llamado
a servirle.
o Impartir los criterios generales
del Ministerio del Lectorado y brindar a
los
Ministros los materiales para mejorar las habilidades personales.
o Que ellos puedan capacitar para
ir después y dar este entrenamiento a
los
demás Ministros del Lectorado en su Parroquia.
c.
Repartir los manuales que se usaran en el taller Arquidiocesano que se pueden
usar
igualmente
en los talleres a nivel parroquial.
d.
Indicaciones generales y prácticas sobre el horario y el lugar donde estamos
desarrollando
el taller.
o Estacionamiento
o Auditorio
o Capilla
o Comedor
o Cuidado de niños (si se ofreciera)
o Baños
· Oración de inicio:
ORACION POR LOS PROCLAMADORES
Dios
todo poderoso, limpia el corazón
y
los labios de los que proclamaran tu Evangelio;
Bendice
sus esfuerzos de preparación y
los
momentos de meditación de tu palabra
para
que entiendan mejor el mensaje y
lo
proclamen fielmente a tu pueblo;
Llena
su ministerio con tu presencia,
que
han preparado cuidadosamente para
quienes
los escuchen confíen plenamente
en
Jesucristo que anuncia el Reino de Dios y
la
promesa de vida eterna;
Haz
que crezca la fe en los corazones
de
los que escuchan tu Palabra y te glorifiquen siempre.
Por
Jesucristo nuestro Señor.
AMEN
II. ESPIRITUALIDAD
· Teología de la Sagrada Escritura
· Teología del Ministerio de la Palabra
· Reverencia a la Sagrada Escritura
· Animación a la lectura continua de la Sagrada Escritura
· Libro Litúrgico para la proclamación de la Palabra
o Leccionario
· Año Litúrgico
Adviento
En
este tiempo, la Iglesia se prepara para la venida de Jesucristo, tanto en la
Navidad,
como
al final de los tiempos. Por eso, las lecturas son de los profetas del Antiguo
Testamento.
Las lecturas en Adviento, inician enfocándose en la segunda venida de
Cristo
y nos llevan al momento de su nacimiento en Belén. Las lecturas, deben
proclamarse
de forma que se exprese el espíritu de la llegada del Mesías, que es un
recién
nacido y será el Juez al final de los tiempos.
Navidad
Este
tiempo se enfoca en la alegría del Salvador recién nacido. Las lecturas
expresan
esa
alegría por su nacimiento en lo maravilloso de su encarnación, que fue escogida
por
Dios para hacerse hombre. El lector debe capturar y expresar los dos
significados;
la
alegría del nacimiento y la maravilla teológica de Dios hecho hombre.
Cuaresma
Este
tiempo se enfoca en la disciplina de la penitencia, como preparación para lo
que
viene.
Las lecturas se enfocan en la necesidad de arrepentimiento y conversión de
corazón.
Conforme la Cuaresma avanza hacia la Pascua, las lecturas nos invitan a
enfocarnos
en nuestros propios errores y fallas (pecados) para prepararnos a vivir la
Pasión
de Cristo, haciendo la narración de los eventos que nos llevan a la Pasión así
como
las profecías del Antiguo Testamento sobre la Pasión y muerte de Jesús. La
liturgia
también anticipa el poder de los sacramentos de iniciación a través de los
milagros
de Cristo. Lo mas importante de este tiempo litúrgico debe reflejarse al
proclamarse
estas lecturas, haciendo énfasis en que la Iglesia obtiene la redención
pagando
un gran precio para nuestra redención y salvación.
Pascua
Este
tiempo empieza con la alegría de la resurrección, que se acompaña con el
triunfo
de
Jesús sobre el pecado y la muerte. Las lecturas tienen un carácter bautismal,
al
celebrar
la nueva vida de los que son recibidos por la Iglesia en la Vigilia Pascual.
Conforme
la Pascua avanza, las lecturas nos preparan para la Ascensión y para
Pentecostés.
La Nueva alianza, con la Buena Nueva Cristiana, se expresa en el hecho
de
que no se leen lecturas del Antiguo Testamento durante toda la Pascua. En su
lugar
se
leen los Hechos de los Apóstoles, que nos presentan a la nueva Iglesia
creciente bajo
la
influencia del Espíritu Santo.
Tiempo
Ordinario
Durante
el tiempo que queda del año, la Iglesia se refleja en los misterios de la vida
de
Jesucristo,
en ciclos de 3 años, siguiendo los evangelios (Mateo, Marcos y Lucas). El
tiempo
ordinario termina con la celebración escatológica de la fiesta de Cristo Rey,
recordando
la venida de Cristo al final de los tiempos.
III. Mecanismos de la Proclamación de la Palabra
a.
¿Qué hacer en la lectura?
1. Aparta tiempo en casa para
prepararte para las lecturas de cada domingo.
2. Estudia los textos en casa por lo
menos una vez, o mejor, durante varios
días.
La profundidad de tu comprensión será visible la congregación.
3. Lee en el leccionario todas las
lecturas correspondientes a la Misa en que te
toca
leer, incluyendo el Evangelio. Así serás capaz de ver que ideas y temas
conectan
el Evangelio con las lecturas del Viejo Testamento. Podrás ver
también
cuando hay (o cuando no hay) conexiones con las segundas
lecturas.
4. Identifica el tipo de pasaje que
vas a leer. ¿Es una historia? ¿Es un dialogo
entre
diferentes caracteres o voces? ¿Es una profecía, una carta, una serie de
leyes,
una parábola, un relato ingenioso, o una canción?
5. Hazte unas pocas preguntas acerca
del significado del pasaje, tales como:
¿Qué
hay detrás de la letra de este pasaje? ¿Cuál es su clímax? ¿Cuál es el
tono:
Confortante, regañón, caluroso, informativo, intimo?
6. Escoge la oración o frase más
importante. Trata de comunicarla por sobre
todo
lo demás.
7. Busca todas las palabras –
usualmente los nombres propios – con las cuales
no
estas familiarizado. Asegúrate de que conoces su significado y como se
pronuncian.
Si cuando estas proclamando te equivocas en alguna, sigue
adelante;
tu misión es transmitir el significado del pasaje, como un todo.
8. Usa tu imaginación para
visualizar pasajes y narrativas de acción. Mira con
los
ojos de tu mente lo que esta ocurriendo; imagina lo que sienten los
involucrados,
por que actúan como lo hacen.
9. Ora con el texto, permitiendo que
una determinada frase o admonición se
sumerja
suavemente dentro de ti. (“El Señor es mi pastor” puede convertirse
en
“Señor, se mi pastor”). Algunos textos son especialmente apropiados para
esto,
pero no todos son tan fáciles de acomodar.
10. Refiérete a comentarios bíblicos
o libros de guía, lee libros y artículos,
escucha
grabaciones, mira cintas de video, canta los salmos.
11. Después de que entiendas la esencia
del pasaje, practica a leerlo. Solo, frente
al
micrófono de una grabadora o en presencia de alguien en quien confías,
proclama
el texto en voz alta.
12. Usa in espejo para practicar el
contacto visual y toma nota de cuan a
menudo
miras hacia el mientras lees.
13. Varia la forma de tratar
cualquier texto que los parroquianos conocen bien
(los
textos navideños están entre los mas familiares). En esa forma tu
proclamación
no pasara desapercibida ni sonara banal.
14. Articula deliberadamente las
consonantes al final de las palabras, (la s, por
ejemplo).
No digas “Dioj” en vez de Dios. Algunas veces todo el significado
de
la lectura descansa sobre tales palabras.
15. Aprende a enfatizar una frase o
una palabra en varias formas: A menudo,
una
voz profunda trabaja mejor que una voz elevada.
16. Fíjate bien donde están los
puntos sobresalientes del pasaje. Luego, haz que
los
oyentes los vean claramente.
17. Practica varias veces cualquier
pasaje que tenga frases muy alargadas o
cualquier
texto donde es posible que el significado se pierda para los
oyentes.
Tu tarea es comunicar significado.
18. Permite que tu expresión facial o
lenguaje corporal te ayuden a expresar el
mensaje
de las Escrituras. La voz solo es una parte de la proclamación.
19. Considérate a ti mismo un
“proclamador de la palabra de Dios”. Lo que
estarás
aprendiendo y tratando de afinar son tus habilidades como
proclamador,
no como actor, locutor, o maestro de ceremonias.
20. Permite que las Escrituras
influyan más y más en tu vida diaria. Esta es la
mejor
parte de ser un lector; las Escrituras comienzan a formarte.
21. Ora para que el Espíritu Santo te
guíe en tu proclamación
22. Échale una mirada al leccionario
antes de la Misa y toma nota de los
marcadores,
tu página y la lectura. Haz esto especialmente si usas otro libro
en
tu preparación.
23. Familiarízate antes de Misa con
cualquier espacio nuevo par ti en el lugar
donde
vas a proclamar la Escritura: una catedral, la parroquia vecina, o el
salón
parroquial. Averigua si vas a estar en la procesión de entrada, y donde
te
vas a sentar.
24. Asegúrate de que tu rostro puede
ser visto sobre el atril. Si no es así, intuye
al
personal de la parroquia para que ponga una banqueta frente al atril.
25. Acércate al atril con tanta
reverencia como te acercarías al altar. Cristo esta
presente
en la palabra de Dios y en la Escritura, las son mesas de la liturgia.
26. Camina derecho y con confianza
cuando te acerques al atril y párate erguido
frente
a el.
27. Si fuera necesario comienza
ajustando el micrófono a tu altura. Si hace ruido
lo
tocas ignóralo.
28. Mira hacia la congregación por un
segundo, moviendo la cabeza para
examinar
todo el espacio horizontal, a medida que introduces la lectura. Esta
es
una forma probada por el tiempo para atrapar la atención de la
congregación
y enfocarla sobre la Escritura.
29. A medida que proclamas, mira a
los miembros de la congregación
directamente
a los ojos, incluso si la iglesia es grande. Una cabeza levantada,
y
un genuino contacto visual, son cruciales para la buena proclamación.
Habla
y mira al último banco.
30. Modula tu voz: su tono y volumen.
Usa variaciones para hacer que el texto
sea
claro para la asamblea.
31. Usa tu juicio, con respecto a las
frases. Debe hacer una cierta musicalidad en
tu
hablar a medida que te mueves sobre las frases menos importantes, para
detenerte
mas sobre aquellas mas importantes.
32. Cuando estés proclamando,
dirígete a ti mismo en la misma forma en que lo
haces
a la asamblea reunida para adorar a Dios. Esta es una actitud que la
congregación
va a entender y agradecer.
33. Permite un momento de reflexión
después de cada lectura, si no hay
ministro
de música que lo asegure. La gente debe tener suficiente tiempo
para
repetir mentalmente por menos la última línea del pasaje de la
Escritura.
34. Alarga la pausa entre la
Escritura y la frase de cierre: “palabra de Dios”. La
congregación
debe ser capaz de decir donde termina una y comienza la otra.
35. Permanece de pie en tu lugar
mientras la congregación contesta al unísono
“Gloria
a ti, Señor Jesús”. Solo entonces debes abandonar el atril.
36. Reconoce que los salmos son
canciones, incluso si tu parroquia no tiene
cantor
para dirigir los cantos, ni instrumenalista para acompañar al lector.
37. Interpreta los salmos como
poesía, cambiando tu ritmo y estilo de lectura en
la
forma apropiada. Debes levantar la mano para invitar a la congregación a
responder
con sus líneas. Después de todo, los salmos son llamados
“responsoriales”
porque tanto el líder como la congregación los leen o
cantan
a ritmo de antífona.
38. Pregunta lo que piensan sobre tus
habilidades de proclamación a la gente
más
candida que conoces. No te conformes con la opinión de una sola
persona;
pídele a varias personas su crítica constructiva. Permite que eso
mejore
tus habilidades.
39. Asiste a talleres de lectores y
de Escritura, y a grupos especiales de estudio
para
aprender más acerca de cómo cumplir tu papel como proclamador de la
palabra
de Dios.
40. Trata de leer un libro de la
Biblia, de principio a fin, como si fuera una
novela.
Algunos son muy cortos. Podrías comenzar con uno de los
Evangelios,
o una historia: Ruth, Daniel, Esther o el Éxodo.
41. Aprende de memoria tus líneas
favoritas de la Escritura, o trata de
escribirlas
en un diario.
42. Pregúntale al personal de la
parroquia si puede patrocinar un taller de
lectores,
cubriendo por ejemplo las lecturas de Adviento, Cuaresma, o
Semana
Santa.
b. ¿Cómo transmitir efectivamente el
mensaje?
· Entendimiento
1. Hacer una lectura para tener el dominio
de las palabras
2. Se deben conocer los personajes
que están en el relato
3. Detectar que es lo que se lee; un
acontecimiento, una
epístola,
un himno, una narración, etc…
· Vivencia
1. Una vez entendida la lectura,
tratamos de vivirla. Esto es
sentir
como si fuéramos nosotros mismos los que
estuviéramos
en esa situación.
2. Es un buen momento de
experimentar esa amistad y
cercanía
con Jesucristo en nuestra vida. Ser participes en
primera
persona del relato de nuestra salvación.
c.
¿Cómo proyectar y modular la voz para una mejor proclamación de la
Palabra?
· Transparencia
a. Evitar la declamación, poesía o
la sobre dramatización
b. Evitar movimientos innecesarios
con la cabeza, manos,
cuerpo,
etc…
c. La diligencia en el ambón debe
ser por la sobriedad del
lector
d. Se debe leer lo que esta en el
leccionario y como esta en el
leccionario
· Calidad de Voz
a. Tener en cuenta que la voz debe
ser placentera al oído
b. Fácil de entender por su claridad
c. Modulada
d. Firme pero apacible
e. Directa y fervorosa
· Volumen
Proclamar la Palabra de Dios – Manual para Lectores 9
f. Debe oírse claramente por toda la
iglesia
g. Dominar el efecto del micrófono
para hacer mas énfasis o
mas
suave lo dicho de acuerdo a cada texto
h. Tener equilibrio para modular la voz
en los diferentes
momentos
de la lectura, sobre todo cuando contamos con
diferentes
personajes en el relato sagrado.
· Entonación
i.
Evitar el linealismo en la lectura, no caer en la monotonía,
variando
siempre la intensidad del volumen de acuerdo a las
emociones
expresadas.
j.
La entonación depende en gran parte de la postura que
tenemos
ante el micrófono; por ejemplo.
d.
¿Cuál debe ser la velocidad en la lectura?
· Rapidez
a. La clave es la pausa
b. La lectura no es una competencia
para ver quien termina
primero,
se trata de dar a entender a la comunidad el mensaje
de
la Palabra de Dios
c. Lo mas importante es que la
comunidad siga y entienda desde
el
inicio la lectura proclamada
· Pausa
d. Son necesarias para tener el
dominio de la lectura y ordenar las
ideas
e. Se debe hacer una pausa después
del enunciado de la lectura y
otra
antes de decir Palabra de Dios.
f. La pausa es de dos segundos con
la mirada puesta en el
leccionario
· Ritmo
g. Hacer uso efectivo del músculo
diafragmático para evitar la
respiración
a media frase.
h. La tranquilidad que se debe
transmitir en la lectura es la que
nos
da la paz de la Palabra de Dios; no hay por que sentirse
nerviosos.
Proclamar la Palabra de Dios – Manual para Lectores 1
· Contacto Visual
i. Al inicio se debe mirar un
segundo a la comunidad a la que se le
leerá
la Palabra de Dios.
j. Iniciar la lectura y no levantar
la cabeza hasta el momento de
decir
“Palabra de Dios”, el cual debe decirse mirando a la
comunidad.
k. En el salmo antes del responsorio
de debe mirar a la comunidad
como
señal para exclamar el salmo responsorial.
e.
¿Qué no hacer durante la lectura?
1. NO dudes en hacer preguntas sobre
las Escrituras que vas a
proclamar.
El sacerdote de tu parroquias quizás pueda ayudarte
o
referirte a otros que puedan hacerlo.
2. NUNCA leas del “Missalette”. Cada
parroquia tiene su
leccionario
– un libro bien encuadernado no desechable – que
comunica
en forma mas apropiada el peso, la solidez, la
permanencia
e importancia de la liturgia de la palabra, que un
folleto
que se va a tirar.
3. NO comiences con un largo
“AAAHHH: Lectura de…” Habla
normalmente,
sin afectación en la voz ni en la actitud. Di:
“Lectura
de la Carta del Apóstol San Pablo a…” tan
simplemente
como dirías: “Una mujer gano la elección” o “El
niño
saco a pasear a su perro”. Enfatiza especialmente la
palabra
“lectura”.
4. NO anuncies que la lectura es la
primera, el salmo, la segunda o
la
tercera.
5. NO te distraigas por el llanto de
un niño o por los que llegan
tarde.
A veces es apropiado hacer una pausa, si la distracción
ocurre
antes de que hayas comenzado. Por lo general, levantar
un
poco el volumen de tu voz mantendrá la atención sobre las
Escrituras.
6. NO te distraigas. Es la Palabra
del Señor la que estas
proclamando,
no la tuya.
7. NO levantes el leccionario al
final de la proclamación cuando
dices
“Palabra de Dios”. La palabra no esta presente en las
Proclamar la Palabra de Dios – Manual para Lectores 1
paginas
de ninguna Biblia en particular sino en los labios de
aquellos
que la proclaman, y en los corazones de los creyentes.
8. NO te sorprendas de que las
palabras de Dios te inspiren.
Pueden
volver a ti, en forma inconciente en el momento en que
tu
particularmente necesitas oírlas.
9. NO dudes en demostrar tus propias
emociones. Una sonrisa es
apropiada
cuando las palabras son alegres, o cuando palabras
de
esperanza y promesa avivan tu propia fe.
10. No pienses o hables de la
congregación como si fuera una
audiencia.
Tu proclamación es para creyentes como tu. Aunque
la
liturgia tiene ciertamente aspectos artísticos y dramáticos, no
es
una actuación ante un grupo de espectadores.
11. NO atraigas la atención hacia ti,
ya sea por tu apariencia, tu
postura,
tus gestos, o tu forma de hablar. Permite que el mensaje
fluya
a través de ti.
12. NO te inclines hacia la tribuna
ni proyectes tu cuello para
alcanzar
el micrófono. Mantente erguido sobre los dos pies y
mueve
el micrófono hacia tu boca.
13. NO hables demasiado despacio o
demasiado rápido. En
cualquiera
de las dos formas el mensaje es obstruido y la
palabra
de puede perder para toda una asamblea que espera y
esta
lista para oírla.
14. NO te pongas nervioso si cometes
un error. Todos los seres
humanos
se equivocan en algún momento. Simplemente
detente
un momento para recobrar tu compostura, y continua
leyendo
de inmediato.
15. NO te olvides de llamar a otro
lector para reemplazarte en la
Misa,
si tu no puedes cumplir con tu responsabilidad en un día
determinado.
Trata de darle a tu reemplazante el mayor tiempo
posible
para preparar la proclamación.
16. NO pienses que necesitas ser un
ejemplo perfecto de la palabra
de
Dios en acción, para poder actuar como lector. Dios, igual
que
todos en la parroquia saben que no tienes que serlo.
IV. Practica en equipos
Proclamar la Palabra de Dios – Manual para Lectores 1
· Practicar la lectura de:
PRIMERA LECTURA
Preservaban
unánimes en la oración
Lectura
del libro de los Hechos de los apóstoles
1,12-14
Después
de la ascensión de Jesús a los cielos, los apóstoles regresaron
a
Jerusalén desde el monte de los Olivos, que dista de la ciudad Lo
que
se permite caminar en sábado. Cuando llegaron ala ciudad,
subieron
al piso alto de la casa donde se alojaban, pedro y Juan,
Santiago
y Andrés, Felipe y Tomas, Bartolomé y Mateo, Santiago (el
hijo
de Alfeo), Simón el cananeo y Judas, el hijo de Santiago. Todos
ellos
perseveraban unánimes en la oración, junto con María, la madre
de
Jesús, con los parientes de Jesús y algunas mujeres.
Palabra de Dios
SALMO RESPONSORIAL
Del
salmo 26
Proclamar la Palabra de Dios – Manual para Lectores 1
R. El señor es mi luz y mi salvación. Aleluya.
El
señor es mi luz y mi salvación,
¿a
quién voy a tenerle miedo?
El
Señor es la defensa de mi vida,
¿Quién
podrá hacerme temblar?
R. El señor es mi luz y mi salvación. Aleluya.
Lo
único que pido, lo único que busco,
Es
vivir en la casa del Señor toda mi vida,
Para
disfrutar las bondades del Señor
Y
estar continuamente en su presencia.
R. El señor es mi luz y mi salvación. Aleluya.
Oye,
Señor, mi voz y mis clamores
Y
tenme compasión;
El
corazón me dice que te busque
Y
buscándote estoy.
R. El señor es mi luz y mi salvación. Aleluya.
SEGUNDA LECTURA
Si
los injurian por el nombre de Cristo, téngase por dichosos.
Proclamar la Palabra de Dios – Manual para Lectores 1
Lectura
de la primera carta del apóstol san Pedro
4,13-16
Queridos
hermanos: Alégrense de compartir ahora los padecimientos
de
Cristo, para que, cuando se manifieste su gloria, el júbilo de
ustedes
sea desbordante. Si los injurian por el nombre de Cristo, Dios
descansa
sobre ustedes. Pero que ninguno de ustedes tenga que sufrir
por
criminal, ladrón, malhechor, o simplemente por entrometido. En
cambio,
si sufre por ser cristiano, que le dé gracias a Dios por llevar
ese
nombre.
Palabra de Dios.
Proclamar la Palabra de Dios – Manual para Lectores 1
V. Recomendaciones
· Cualidades del Lector
a. Debe tener una buena voluntad,
humilde y generosa, en el deseo de
servir
a Dios y a la comunidad
b. El amor a Dios a los demás debe
ser su motivación para el servicio,
este
amos apostólico de dará paciencia, perseverancia y convicción
en
el esfuerzo por adquirir la preparación doctrinal teórica y técnica
del
ministerio
c. Debe apreciar la oración de la
Iglesia, como búsqueda de la
voluntad
de Dios y debe comprometerse a buscar en su vida la
realización
de todo lo que ha descubierto en la oración.
d. Debe tener un sentido de lo
sagrado y de lo santo
e. Precisa comprender la Santa Misa,
vivir el misterio Pascual, leer la
Sagrada
Escritura, apreciar la presencia del signo, del símbolo, de
los
gestos que enriquecen la liturgia.
· Comisiones
f. Debemos tener un equipo de
lectores de acuerdo a la cantidad de
Misas
que tenemos en la Parroquia. Es importante que los ministros
puedan
ejercer su ministerio, si tienes muchos no todos podrán
participar.
· Coordinación del calendario
g. Coordinación con los demás
ministerios de la parroquia
i.
Coro
ii.
Servidores del altar
iii.
Sacerdote
h. Participación
i. Entregar el calendario por escrito
a cada lector
j. Puntualidad
k. Responsabilidad
l. Visibilidad y entrega a cada uno
· Retiro espiritual para lectores
m. Se recomienda uno por año
n. Podemos proponer un retiro por
decanato, etc…
c.
Servicio y apoyo de la Oficina Arquidiocesana para el Culto Divino
Proclamar la Palabra de Dios – Manual para Lectores 1
d.
Reuniones de formación y crecimiento
a. Ensayo y estudio una vez por
semana
b. Implementar el uso de la Lectio
Divina como método de estudio
· Lectio Divina
Proclamar la Palabra de Dios – Manual para Lectores 1
EVALUACION
Taller para ministros del lectorado
Coordinadores Parroquiales de Proclamadores de la Palabra
Con
objeto de mejorar nuestros servicios, sírvase contestar las siguientes
preguntas. Gracias.
1.
¿Que fue lo mas beneficioso de este taller de certificación?
_______________________________________________________________________
_______________________________________________________________________
2.
¿Qué fue lo menos beneficioso?
_______________________________________________________________________
_______________________________________________________________________
3. El material y la información impresa
entregada, ¿Será de ayuda y referencia?
SI
____ NO ____
¿Por
que?_________________________________________________________________
_______________________________________________________________________
4.
Las instalaciones que se usaron (salones, sillas, iluminación, etc.), ¿fueron
apropiadas?
_______________________________________________________________________
_______________________________________________________________________
5.
Los que presentaron el tema, ¿cumplieron su objetivo? SI ____ NO ____
¿Por
que? ________________________________________________________________
_______________________________________________________________________
6.
¿Considera apropiados los refrigerios y/o almuerzo ofrecidos?
_______________________________________________________________________
_______________________________________________________________________
7.
¿Tiene usted alguna sugerencia o comentario para mejorar este taller?
_______________________________________________________________________
_______________________________________________________________________
Proclamar la Palabra de Dios – Manual para Lectores 1
ORACION DEL PROCLAMADOR DE LA PALABRA
Jesús,
¡Señor mío y Dios mío, hermano y amigo mío!
Ayúdame
a proclamar tu palabra de vida.
Recuérdame
que tú me llamaste para ser tu instrumento;
Instrumento,
para transmitir el verdadero significado de la Buena Nueva
a
todo mi prójimo, con mi propio ejemplo de vida cristiana.
El
fuego y la luz de las velas, me hace sentir siempre tu presencia.
Ayúdame
a ver tu rostro en cada uno de las personas a las que les hablo.
Dame
la fuerza y el valor para proclamar tu palabra para que todos la entiendan
y
crean en ti buscando tu perdón y reconciliación dando amor a los demás.
Recuérdame
que siempre haga tu voluntad y no la mía.
AMEN
Proclamar la Palabra de Dios – Manual para Lectores 1
CREDITOS
* Comité Arquidiocesano para el
ministerio de Lectores.
Fr. Theodore Book, Director Oficina de Culto
Divino Arquidiocesis de Atlanta
Luís Guzmán, Coordinador Ministerio Hispano
Parroquia St. Thomas Aquinas
Leonardo Jaramillo, Director Pastoral Juvenil
Arquidiocesis de Atlanta
* Lectores
proclamando la palabra.
Karen Sue Smith, Nacional Pastoral Life Center.
*
Taller para proclamadotes de la palabra.
Yanire Nieves,
Immaculate Heart of Mary, Atlanta, GA, 1993.
*
Concilio Vaticano II.
Constitución Sacrosantum Concilium # 24, 29,
51, 56
*
El ministerio de los Lectores.
Rev. James A Wallace,
C.SS.R., 1994
*
La proclamación de la Palabra de Dios
Luís Guzmán, Ministerio Hispano de St. Thomas
Aquinas, Atlanta, GA
Proclamar
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